Pocas palabras tenemos para describir lo que pensamos al ver por primera vez al enorme Nicolas Cage como Drácula en esta comedia de terror.
Ya podemos ver al actor con el llamativo traje y un maquillaje bastante rudimentario que esperamos que pase por algo más de postproducción antes de pasar a la gran pantalla. La buena noticia es que esta vez el humor y cualquier broma o cutrez que veamos, está totalmente justificada y forme parte del guión de la película.
El look que tiene el actor es bastante extraño y curioso. Se aleja por completo de lo visto en largometrajes similares del vampiro, otorgándole una vestimenta de corte contemporáneo pero manteniendo los colores y la esencia de los ropajes clásicos. Repeinado, por supuesto, y con las uñas larguísimas, culminando unas manos cargadas de complementos.


También podemos echar un primer vistazo a Nicholas Hult (Max Max: Fury Road) como Renfield, el eterno esclavo humano de Drácula (que ya pudimos ver en la Drácula de Bram Stoker encarcelado y comiendo moscas) que se ha cansado de siglos de esclavitud y quiere independizarse del Conde más famoso, llevando una nueva vida e incluso enamorándose como cualquier humano normal.

Tenemos claro que la mejor comedia basada en vampiros de todos los tiempos no va a ser esta película ni El Baile de los Vampiros de Roman Polanski y Sharon Tate. La mejor película de todas siempre será Brácula: Condemor II. ¿Alguna objeción?
